Nací el 29 de julio de 1984 en la ciudad de México. Mis padres, José Cruz Labastida Fernández y Amada Vidal Neri aunque en condiciones humildes nunca escatimaron para darme todo lo que estuviera en sus manos, sobre todo para dejarme una educación que permitiera mi desarrollo e independencia en un futuro.
Debido a que mi mamá es oriunda del estado de Morelos, fui registrada en dicho estado, por lo cual tengo un gran apego a sus costumbres y tradiciones, así como a visitarlo en todo momento posible.
Crecí en un hogar donde se infundían arduamente valores como la honestidad, la responsabilidad y la tolerancia. Se inculcó siempre el valor del ser humano por sus principios y no por sus pertenencias materiales.
Desde niña he sido poco sociable, mas no me considero antipática; prefiero guardar distancia ante las personas antes de iniciar una relación más estrecha. Mi carácter se ha mostrado pasivo, trato de evitar los problemas, aunque también defiendo mis ideas y lucho por conseguir mis objetivos.
A los 6 años insistí en tomar clases de ballet, en lugar de éste comencé a asistir a un grupo de danza folklórica, que desde entonces ha sido mi más grande pasión y que me ha dado grandes satisfacciones siendo parte muy importante de mi vida, a lo cual atribuyó el especial interés por conservar las tradiciones de nuestro país y sentirme orgullosamente mexicana.
Al mismo tiempo que recibía la educación básica, en la cual destaqué por el empeño para obtener siempre las mejores calificaciones. Continué mis estudios de bachillerato en el CECYT No. 9 del Instituto Politécnico Nacional, en el que pude terminar sólo debido a la perseverancia, ya que tuve dificultades en materias básicas debido al área físico-matemática a la que pertenecía la escuela. En el último año busqué la oportunidad de realizar mi servicio social en el laboratorio de química, donde encontré la motivación para continuar mis estudios superiores en ésta área.
A los 19 años ingresé a la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del mismo IPN, donde cursé la carrera de Ingeniería Química Industrial. Nueve semestres después me gradué satisfactoriamente.
Actualmente me encuentro trabajando como maestra de ciencias III en la Escuela Secundaria No. 100, enfrentando nuevos retos.
Por lo tanto el tomar el Diplomado EDECIB representa una oportunidad para captar más herramientas que me ayuden a superar dichos retos y dar el mayor esfuerzo día a día para hacer un buen trabajo en una función para la cual no estudié pero en la que he encontrado un significado muy especial.